Estaba soñando con Kate Winslet y la recordada escena de Titanic (la de la foto, no otra), cuando desperté. Lo cierto es que me desperté porque me estaba muriendo de frío, congelado como Leonardo DiCaprio en la misma película. Es difícil pasar la noche en las calles de Buenos Aires. En la esquina de Bucarelli y Monroe, al lado de las vías, para entrar en calor jugué un fulbito con unos pibes cartoneros que luego me invitaron un mate calentito. Iba a tomar el 107 para cruzarme con Paula pero no me alcanzaban las monedas, así que tomé el tren.Después de hacer la cola en la que sólo hay un boletero para 567 personas cada 10 minutos, el tren estaba demorado. Por supuesto nadie me avisó, como no le avisó a nadie de los que esperaban chupando frío en el anden. Los guardas desaparecidos como ratas y nadie te da explicaciones. Alguien me dijo que así es todo los días ¿dónde puedo quejarme?... Subir fue tan difícil como viajar y tratar de bajar. En Belgrano R tampoco estaban las ratas, perdón, quiero decir los guardas. Lo que sí ví son esos carteles amarillos que dicen "Haciendo buenos aires"... ¿que quiere decir esto? ¿Cuánto cuesta cada uno de esos carteles? ¿Quién los paga?... Sí, es cierto es difícil la calle en Buenos Aires...
